La normalización es la estandarización de productos, servicios y actividades. Lo ideal es que se dirija a los moldes que representan la mejor manera de ejecutar un trabajo, considerando la forma más segura, fácil, barata y fiable para que un operario pueda garantizar la calidad.
La normalización suele abarcar las normas técnicas (especificaciones) del producto, así como los procedimientos operativos para producirlo. Además, se tienen en cuenta las actividades relacionadas con el control de calidad, el medio ambiente y la seguridad. De este modo, la normalización contribuye a la estabilización de los procesos, armonizando la mano de obra con otros elementos: en efecto, la combinación de máquina, método, mano de obra y material se unen para formar un potente sistema de producción.
En Lean, la visión de la normalización es un poco diferente: la producción ajustada considera el desarrollo de la normalización como la base de la mejora continua, es decir, espera que los resultados futuros superen los estándares. En la visión tradicional, las normas se consideran el objetivo a seguir, como si fueran el último nivel de rendimiento. En definitiva, en el primero se normalizan las normas para mejorar y en el segundo, para que no sea necesario pensar más en ese procedimiento.
Para la estandarización de estos elementos, hay que tener en cuenta que se basan en las expectativas del cliente y están relacionados con los requisitos estéticos y funcionales del producto como:
Así pues, como herramientas para registrar esta normalización, utilizamos la instrucción de trabajo, una tabla con las normas, una hoja de instrucciones de trabajo (FIT) o un procedimiento. Con estos materiales, todas las características de calidad que son importantes para el cliente pueden registrarse y comunicarse al personal. Por tanto, estos documentos garantizan que todo el mundo sabe exactamente qué es la calidad para el cliente y que, si siguen las instrucciones, podrán producir lo que el cliente quiere.
Este tipo de normalización tiene como objetivo cumplir con las leyes estatales y federales relativas a estos temas. Si tiene una empresa de trituración de cuarzo, por ejemplo, tendrá que establecer normas para la manipulación del material, para la protección individual de los colaboradores, para la eliminación de residuos, para el uso del agua, etc. Este es el caso de Cetesb, por ejemplo, que tiene varias normas que deben cumplirse, bajo pena de interdicción de la operación.
Por lo general, esta normalización es elaborada por los departamentos de ingeniería y no puede ser modificada por otros departamentos sin el consentimiento de la persona que la elaboró. Además, es necesario desarrollar métodos para lograr la seguridad del operador y del medio ambiente, eliminando, por ejemplo
Por cierto, ¿cómo es la normalización en su empresa? ¿Cuáles son sus normas de calidad, seguridad y medio ambiente? ¿Conocen los operarios las normas? ¿Han recibido formación? ¿Esta normalización es visible o está actualizada?
Se trata de normas que proporcionan información técnica y de proceso relacionada con el correcto funcionamiento de los equipos para la producción. Las especificaciones suelen ser proporcionadas por Ingeniería Industrial, Métodos y Procesos o Procesos y Proyectos y no pueden ser modificadas por la producción, ya que pueden repercutir directamente en la calidad o el coste de los productos. Algunos ejemplos de especificaciones estándar son:
El Procedimiento Operativo Estándar es un documento cuyo objetivo es proporcionar información operativa para definir las reglas de la operación. Se utiliza en: reglas y parámetros de Kanban; rutas de flujo de piezas en la fábrica; requisitos definidos de 5S y TPM; gráfico de seguimiento de la producción y en muchas otras aplicaciones. Por ello, se reconoce como una de las herramientas de normalización más importantes.
Si quiere saber más sobre el Procedimiento Operativo Estándar, consulte también:
El trabajo estándar es la base de las operaciones para la fabricación de productos correctos de la manera más segura, fácil y eficaz posible, basándose en las tecnologías y procesos existentes. Consiste en la descripción de procedimientos exactos para el trabajo de cada operario y se basa en tres elementos:
Como requisitos para el trabajo estándar, las tareas deben ser repetitivas, porque si tiene la opción de “si….entonces” no será posible estandarizar. Mientras tanto, las máquinas y los equipos de la cadena de montaje o de las células de producción deben ser fiables. Así, podemos concluir que la normalización no es posible si el trabajo se interrumpe constantemente. Por lo tanto, los problemas de calidad deben ser mínimos, ya que si el empleado cambia constantemente la secuencia para “arreglar” los defectos, no será posible estandarizar.
En la mayoría de las empresas, es habitual confundir el concepto de normalización del trabajo. Enviar a pasantes o analistas, por ejemplo, para trazar las actividades que realiza el empleado y luego medir el tiempo de realización de cada una, no es normalización del trabajo. Ciertamente, el mapeo de las actividades y la toma de tiempos son pasos importantes, pero si no están vinculados a la normalización real, no funciona.
Además, es necesario entender que el trabajo tiene excepciones, ya que no me es posible normalizar todo lo que puede ocurrir en mi área de servicio, por ejemplo. Ante esta observación, pregunto: ¿lo es? ¿O es usted partidario del viejo dicho “aquí no funciona así”? En este caso, aunque esta práctica es mucho más fácil, no suele funcionar. Por lo tanto, hay que profundizar en la estandarización.
Una vez, hicimos un proyecto SMED que fue interesante. Por aquel entonces debía de tener unos 23 años y era mi primer proyecto Lean. Cuando empecé a normalizar la configuración, me dijeron inmediatamente que la máquina no se ajustaba. ¿Qué quiere decir con “conseguir” el ajuste? Después de muchas conversaciones, me explicaron que la máquina (una estuchadora de perfumes) perdía el ajuste después de 1 hora de funcionamiento. Al comprender finalmente el problema, me hice la ingenua pregunta: ¿por qué no arreglar la máquina? Surgieron mil respuestas vacías y superficiales. No puedo.
El trabajo estándar debe ser utilizado principalmente por el jefe de producción como herramienta de análisis de la operación. Es el trabajo estándar que debe sentar las bases para la mejora continua y tiene los siguientes beneficios:
Hay tres documentos principales utilizados en la creación y el desarrollo del trabajo estándar, que son:
A saber, las hojas de trabajo estándar deben estar orientadas hacia fuera de la celda para que puedan ser revisadas por los líderes y no por los operadores.
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Liderazgo: la primera tarea del supervisor es asegurarse de que su equipo conoce y aplica las normas de trabajo establecidas.
Auditorías: son necesarias para crear el hábito de mantener las mejoras. Es la clave para mantener la estabilidad del proceso.
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Por último, sabemos que para potenciar su carrera en el área de la mejora, es importante mantenerse siempre actualizado. En este caso, si has llegado hasta aquí es porque te lo tomas en serio y lees las cosas hasta el final. No eres el tipo de persona que se conforma
Augusto Fontoura, estudiante de publicidad y propaganda, trabaja en el equipo de marketing de FM2S.
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